Valentina Caipe
Como una de las competencias de cierre de los Olímpicos, en Tokio, se llevó a cabo la final de fútbol masculino y es que era un partido que prometía con todas las expectativas, no sólo por las selecciones que se enfrentaban, sino más exactamente por los jugadores que se iban a enfrentar, en un partido lleno de verdadero juego vistoso. Así fue el encuentro entre una España plantada de manera eficiente y un Brasil que siempre está a la expectativa de ganar. Ambas selecciones disputaron una final grandiosa, donde el triunfo y la gloria olímpica sería sólo para una, a pesar de que el marcador no fue tan notable.
Si bien, el primer tanto en el partido fue para cerrar el primer tiempo por parte de Cunha quien le dio la delantera a Brasil, en el minuto 36 del encuentro el árbitro pita un penal a favor del seleccionado verdeamarela, penal que patearía Richarlison y que falló, perdiendo la posibilidad de haber aumentado la ventaja y así, posiblemente, no haber alargado el partido a una prórroga. Por su parte, España logra el empate gracias a un centro que le llega al jugador Oyarzabal en el minuto 61, justo cuando se creía que había una luz para la roja. Termina el tiempo reglamentario con un empate, 1-1, dando paso al tiempo suplementario, en cual entra Malcom para Brasil, quien en el minuto 108 marca el segundo tanto, que implicaría la tan ansiosa victoria, favoreciendo a su equipo para ubicarse en lo más alto del podio Olímpico.
2- 1 a favor de la verdeamarela, que contando con la suerte de marcar en la prórroga se queda así con tan ansiados Juegos Tokio 2020. Dani Alves coleccionando más trofeos a su carrera como el jugador con más títulos conseguidos en el fútbol, 38 años y 43 títulos, una locura para el Brasileño.
Lo curioso realmente de esta nueva hazaña es que en Río 2016 Brasil también se consagró Campeón de los Olímpicos, hace exactamente cinco años, donde la localía y su esmero demostraron que el fútbol lo llevan en la sangre y por supuesto sus ganas de ganar; ahora el Bicampeón presente en Tokio bañado también en Oro y Gloria.
Así culmina el fútbol en los Olímpicos.
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