Rielley Duckworth
Un panel asesor de la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) de EE.UU votó, el viernes, para aprobar la dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra el Covid-19 para mayores de 65 y otros grupos de alto riesgo.
Sin embargo, el panel se negó a aprobar tal medida para la población en general, invocando preocupaciones sobre la seguridad de una tercera dosis para personas más jóvenes y expresando sus dudas de que sea necesaria.
Dicha decisión se tomó tras la solicitud de Pfizer a la FDA para empezar el proceso de administrar terceras dosis a mayores de 16 años, citando estadísticas que sugieren que la eficacia de la vacuna disminuye con el tiempo. Además, la presentación de la empresa hizo referencia a un estudio reciente de Israel en el que una tercera dosis parece restaurar la eficacia de la vacuna a 95%.
Pese a que los miembros del panel escucharon los datos, al final no estaban convencidos. Confiando en un estudio publicado en la revista médica Lancet, concluyeron que la eficacia de las vacunas sigue siendo alta y que deben ser suficientes para proteger a la gran mayoría de sus receptores contra la enfermedad grave y contra la muerte. También expresaron preocupaciones por casos de miocarditis, una inflamación del músculo cardiaco que, en instancias raras, se ha detectado en personas vacunadas menores de 30 años. Aunque no se ha demostrado un vínculo definitivo entre esa condición y las vacunaciones, la evidencia actual parece suficiente para inspirar precaución por parte de los expertos.
Aunque la decisión no es vinculante, representa un revés para los defensores de la tercera dosis y una mala noticia para la administración Biden, que ha propuesto ofrecer vacunas de refuerzo a todos los estadounidenses a partir del 20 de septiembre.
La decisión oficial de la FDA se espera en los próximos días. Sin embargo, la recomendación del panel asesor parece ser poco probable que la mayoría de los vacunados reciban una tercera inyección muy pronto.
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